Una casa de líneas mediterráneas y rústica, se adapta a sus nuevos habitantes jóvenes.
Todo lo que era madera oscura se revive con tonos blancos y nude, la luz recupera la vida de cada ambiente.
Muebles de la mejor calidad, clásicos y atemporales se suman como complemento.
La cocina se recicla por completo olvidándonos de lo que fue.