Plena pandemia y recibo el llamado de una familia con aspiraciones de demoler su vieja cocina y hacerla toda nueva.
Querían una cocina luminosa, y funcional.
Mi propuesta no fue demasiado tranquila, esta vivienda de dos plantas se merecía integrar la nueva cocina al living comedor. Hablamos con un ingeniero y en pocos días comenzamos a tirar la pared de la cocina de punta a punta.
Me gusta la adrenalina de los grandes desafíos, un proyectazo.